El cultivo del tomate ha sido una actividad hortofrutícola histórica en el archipiélago ha sido la piedra angular de la economía canaria y gran canaria durante muchos años.
El cultivo y la exportación del tomate canario, cuyos antecedentes se remontan a 1885, fue «una actividad que dominó de manera casi hegemónica hasta el primer tercio del pasado siglo, empresarios ingleses como Swamston, Leacock, Jones o Miller, y que ocupó a muchos agricultores que tuvieron que desplazarse del interior de Gran Canaria y entre islas hasta las zonas de cultivo».
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