
Dice la leyenda que una niña de 15 años estaba enamorada de Iván, un chico de su misma edad. Nadie de su alrededor veía esa relación con buenos ojos. El padre de ella, al enterarse, decidió matar al primer amor de su hija. Casandra, desolada y resentida, decidió vengarse pactando con el diablo. La trataron como una bruja y la quemaron bajo el mismo árbol que fue testigo de su amor. Se dice que todavía se siguen escuchando los gritos de la joven.

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